Por suerte, no tenemos que esperar a que llueva para tener el nuestro, hay varias maneras de formar uno, con el siguiente sencillo experimento te mostraremos una de ellas.
¿Qué necesito?
- Estar cerca de una ventana donde pase la luz.
- Una pared o una cartulina blanca
- Un CD (disco compacto) o DVD.
¿Cómo se hace?
Localiza el rayo de sol y, con el disco compacto, refléjalo sobre la pared o la cartulina. Muévelo para que puedas observar el reflejo de los distintos colores que componen la luz del Sol.
Este es el efecto que debe producirse sobre una pared
¿Qué sucede?
La luz se puede descomponer de varias maneras. Un arcoíris aparece cuando hay gotitas de agua en el aire. Las gotitas de lluvia son como pequeños espejitos en el aire que separan la luz proveniente del Sol en todos los colores.
En este caso, el disco tiene muchos canales diminutos que se comportan como pequeños espejos con los cuales se descompone la luz y podemos crear así nuestro propio arcoíris.
Conclusión
Aunque la luz que nos llega del sol la vemos blanca, ésta no es así. La luz está formada por varios colores. El arcoíris se forma cuando los rayos del sol atraviesan las gotitas de agua en la lluvia.
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