Muchas grandes tormentas comienzan a girar y forman una espiral, cuando esta espiral se adquiere mucha fuerza se le llama tornado.
Aquí haremos un modelo de tornado dentro de dos botellas de soda.
¿Qué necesito?
- Dos botellas de refresco de 2 litros vacías.
- Cinta aislante gruesa.
- Aceite de lámpara (opcional).
¿Cómo se hace?
Llena una de las botellas con agua y trata de sacar el agua rápidamente, luego llénala otra vez y trata de crear un movimiento circular. Verás que el agua al salir de la botella forma un remolino en forma de espiral y sale mucho más rápido.
Ahora llena nuevamente la botella de agua y coloca otra botella vacía encima. Únelas con la cinta adhesiva tratando de que no queden fugas de agua. Gira la botella en forma circular para formar el remolino. Luego podrás dar la vuelta nuevamente y podrás crear muchos tornados.
¿Qué sucede?
Al colocar la botella en la parte superior, el agua no cae, esto es por la poca compresibilidad (dificultad ante el desplazamiento) del aire encerrado en la botella inferior que no deja espacio al agua que cae. Cuando se genera el remolino al mover la botella superior, se pone en comunicación el aire que hay en ambas botellas y el agua de la botella superior cae fácilmente en la botella inferior.
Al colocar la botella en la parte superior, el agua no cae, esto es por la poca compresibilidad (dificultad ante el desplazamiento) del aire encerrado en la botella inferior que no deja espacio al agua que cae. Cuando se genera el remolino al mover la botella superior, se pone en comunicación el aire que hay en ambas botellas y el agua de la botella superior cae fácilmente en la botella inferior.
Variación:
Llena la botella y agrega unas cuatro cucharadas de aceite coloreado.
Este aceite no se mezcla con el agua y flotará en la superficie.
También puedes colorearlo con un poco de pintura de base de aceite (óleo).
Al darle la vuelta a la botella verás que el aceite que es menos denso baja más rápido por el remolino y forma un efecto de tornado.
